Al término del programa los estudiantes comprenderán la importancia que en la actualidad se requiere contar con adoradores, capaces de tocar el corazón de Dios, enseñando a otros adoradores la forma de realizarlo a través de la oración, el servicio, y el discipulado; educando músicos de excelencia para extender el reino de Dios.
Conocedores que el centro de todo lo que hacemos debe ser Dios y nadie puede ministrar (servir) a Dios si no le conoce verdaderamente, de hecho, Jesús dice que es necesario que quienes adoran al Padre lo hagan en espíritu y en verdad. Quienes no conocen a Dios y pretenden servirle, terminan ofreciendo ofrendas equivocadas que Dios no les pide.